cómo podría amarte con tanta melancolía. fue tan sombrío y felíz, nuestro amor.
La hija del fletero
(Beilinson - Solari)
La hija del fletero, linda infinita
volvió a Madrid, donde parece que es feliz
ese día me mandó al descenso
recuerdo como su mirada me volteó.
Pero dos que se quieren se dicen cualquier cosa
Ay! si pudieras recordar sin rencor.
En mi buzón hay un par de cartas tuyas
fueron juntándose, y no tengo el valor...
Todavía su amor me da descargas
(nunca tuvo el higo seco junto a mí).
Pero a los ciegos no le gustan los sordos
y un corazón no se endurece porque sí.
No calentás la misma cama por dos noches
me reclamaba y no la quise oír
hice de todo por impresionarla
y dejé huérfano todo su penar.
No me gustó como nos despedimos
daban sus labios rocío y no bebí.
Sopa de almejas es todo lo que como
(siempre fui menos que mi reputación).
Falta poco para que el pibe de Concordia cumpla 60 años (sí, el mismo día...)
Ciertos reyes no viajan en camello; ellos andan el tranco del amor. Esos tipos soplan con el viento al rebaño y su temor.
Aquí un poco de las necesarias canciones de Los Redondos.
Ah, Mariano, tenés razón. Madrid es lo que yo hice con lo que hicieron de mí.
Esta vez tiene que ser diferente ("yo no me caí del cielo").
Con lo que cuesta armar un full. Eso de mirar "Último tango..." y después irse a comer facturas ya me da alergia. Me quedo con los juguetes rabiosos.
Y tengo a Vincent en la valija.
...ahora que alguien venga a decirme que París no es el Sur...
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