Vos que me das a mí en el espanto del pensar.
La vuelta al pueblo que no fue.
Ternura que se pudre.
La vuelta al pueblo que no fue.
Ternura que se pudre.
Juan Gelman
Los billares (o el mismo bar rancio donde nos juntamos para hablar de lo sublime, sin conocernos todavía), y lo que no es palabra y pesa sin forma.
Las preguntas son un vicio para quienes sospechamos que las respuestas no responden.
Después de contar cicatrices y armar con ellas el mapa de lo que aún late con furia, comprendo que el minotauro y la salida del laberinto son lo mismo…
Summertime por Parker, un lecho a la sombra del torbellino de enigmas (vos dirías “contradicciones”). Fraternidad y vértigo de funámbulos sobre la avenida Corrientes.
Y mi valsesito.
Sí. Como diría Nietzsche, creería en un Dios que sepa bailar.
La victoria de la noche sobre todo, una vez más.
1 comentario:
amigo la noche nos introduce en un sin fin de contadicciones y sentires
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