Llueve tímidamente.
Y el viento
dejó caído en el umbral de mi curiosidad
tu recuerdo,
algo de vos
que ahora soy yo.
*
No es misterio,
es color naranja la magia de la noche y las calles.
Y una sola voz dice todo lo que hay que escuchar.
A veces creo verte.
*
Acá abajo, pequeña y ovillada duermo un pedacito de tu mismo sueño,
hora en que te vas adentro tuyo.
Puedo verte detrás de la prisión de cristal. Te multiplicás en los ruidos de la tarde.
Mi sombra paseando con la tuya.
sábado, 13 de diciembre de 2008
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